Leonardo Pisano y el número áureo.
Leonardo Pisano, también conocido como Fibonacci, fue un famoso matemático italiano que difundió por Europa el sistema de numeración árabe (1, 2, 3…) con base decimal y con un valor nulo (el cero). Pero el gran descubrimiento de Fibonacci fue la Sucesión de Fibonacci que, posteriormente, dio lugar a la proporción áurea. ¿Qué es la Sucesión de Fibonacci? Se trata de una serie numérica: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, etc. Es una serie infinita en la que la suma de dos números consecutivos siempre da como resultado el siguiente número (1+1=2; 13+21=34). La relación que existe entre cada pareja de números consecutivos (es decir, si dividimos cada número entre su anterior) se aproxima al número áureo (1,618034) que se identifica con la letra Phi () del abecedario griego.
El número áureo representa la proporción que existe entre dos segmentos, tales que el segmento menor es al mayor lo que el mayor es a la totalidad. La fórmula es (A/B)= (A+B)/A
Proporción áurea.
LA ESPIRAL LOGARÍTMICA.
Del gráfico anterior, deducimos que a cualquier rectángulo áureo se le puede restar por su lado menor o bien añadir por su lado mayor un cuadrado, y el resultado sigue siendo un rectángulo áureo. En gnomónica diríamos que el cuadrado es el gnomon del rectángulo áureo (traduzco: gnomon es aquella figura que añadida a otra le proporciona más superficie sin cambiar la forma). Esta propiedad se ilustra frecuentemente con esta espiral logarítmica:
Lo de espiral logarítmica hay que matizarlo, es una pseudo-espiral porque se forma con arcos de 90º de circunferencia inscritos en cada cuadrado y enlazados entre sí, mientras que en una verdadera espiral hay un cambio de curvatura constante, no cambios puntuales. Pero crece en proporción geométrica, por eso lo de logarítmica.
¿QUE VENTAJAS OFRECE LA PROPORCIÓN?
El hombre de Vitrubio, de Leonardo Da Vinci.
Se dice que si a una línea recta le agregamos un punto en un lugar que no sea el centro, la mayoría de las veces lo agregamos acercándonos a la proporción de 62% y 38%. Esto nos permite hacer composiciones más armoniosas que puedan enfocar la atención en un punto deseado. Para trabajar con el número áureo lo suyo es dimensionar el soporte, así conseguiremos una armonía.
En el Renacimiento, muchísimos artistas y arquitectos compusieron sus trabajos con la intención de aproximarse a la proporción Áurea, convencidos de que esta relación atribuía a las obras un carácter estético especial. Por ejemplo, el hombre de Vitrubio, dibujado por Leonardo Da Vinci y considerado un ideal de belleza, está proporcionado según el número áureo.
En conclusión, como hemos visto la proporción áurea es muy importante, la verdad es que para quien le guste el diseño gráfico, este conocimiento es muy importante, porque siempre queremos que todas nuestras composiciones estén ordenadas y en buenas proporciones, queremos que tengan estética.
«La proporción entre la obra humana y la naturaleza es la misma que media entre el hombre y dios». Leonardo Da Vinci.